PRIMERO: Naiara Ruiz Vázquez, fue la ganadora de este curso con el cuento "La bruja Mafalda".
SEGUNDO: "El duende de las galletas" resultó ganador de segudo, escrito por Alberto Roldán Fernández.
TERCERO: "Otro mundo" es el título del cuento con el que concursó María Sánchez Casas.
Érase una vez unos niños que traspasaron un portal
mágico y entraron en otra dimensión.
Los perros eran dinosaurios, los pájaros
dragones, una montaña un volcán que escupía fuego, las flores eran de 10 metros de altura y si
las tocabas te morías de lo venenosas que eran.
Un niño se llamaba Rodrigo, era el
más travieso y le gustaban mucho las historias de
guerreros….y soñaba con ver algún día
un dragón. Entonces cuando vio un dragón
volando sobre sus cabezas dijo:
- Me quiero montar en uno y entonces
salió a correr detrás de él.
Una niña se llamaba Irene y esta era muy aventurera, cuando vio el volcán dijo:
-Me quiero ir de aventuras…. ¡y me voy a ir al volcán!
Otro niño se llamaba Juan, era el más lector de la clase y había estudiado
mucho sobre plantas, sobretodo de
plantas venenosas, tuvo muchísima suerte
de que todas las plantas que había en esa dimensión eran todas como las
imaginaba……. superguais y al verlas dijo:
-¡¡¡¡¡Toma ya!!!!!!!! Como yo quería
y además son las Neptusdichsis las más venenosas del mundo entero. ¡Qué guay!
Lucia era la más tímida y le daba mucha vergüenza hablar
en público, le gustaban mucho los perros. Tenía uno que se llamaba “Trilo” y
los dinosaurios le encantaban, su habitación estaba llena de pósters de dinosaurios,
peluches y una foto bien grande de ella
en un museo antiguo de Madrid con un esqueleto de tiranosaurios-res y era un
esqueleto enorme.
Y al ver los dinosaurios dijo:
-
¡Qué
bien me voy donde están los dinosaurios!
, ¡me chiflan!
Y todos se fueron por su lado
pero…….nada les salió bien así que volvieron a encontrarse en el mismo sitio.
Lucía propuso merendar, sacaron su cesta
de pic-nic y se pusieron a comer….
Al terminar dijo Juan dijo:
-
¡Lo
siento mucho chicos, son las 23:30 y nuestros padres nos estarán buscando!
-
¡Es
verdad!, -dijeron todos a coro. Buscaron el portal, se metieron
y cada uno se fue a su casa. Sus padres
y hermanos corrieron a abrazarlos a los cuatros diciendo:
-
¡Os
hemos echado mucho de menos! Menos
mal que habéis vuelto.
Bueno, pero todo salió bien y vivieron felices
cada uno en su casa con su familia.
CUARTO: Carmen Cano Cañada, presentó su cuento "La acampada".
Érase una vez
unos niños que fueron a una acampada e iban a visitar unas cuevas, un zoo y un
museo del hombre primitivo. Durante el viaje en autobús, estuvieron contando
chistes, diciendo adivinanzas… Al llegar, los recibieron muy emocionados los
monitores, pues les iban a contar todo aquello que harían.
Todos los niños
montaron sus tiendas de acampada y soltaron sus mochilas con el equipaje
adecuado para una buena acampada. Después se fueron a merendar. Y esa misma
tarde, partieron a ver las cuevas. Sus monitores les explicaron mucho sobre el
hombre primitivo, pero les dijeron que en el museo les dirían mucho más.
Las cuevas tenían
dibujos rupestres que hacía el hombre primitivo en las paredes. Cuando
regresaron al campamento, hicieron una lumbre y se sentaron alrededor de ella a
comer. Cansados y satisfechos al mismo tiempo, se fueron a dormir a sus tiendas
de campaña.
Descubrieron que
hoy en día disponemos de alimentos sin tener que ir a cazar para conseguirlos.
También tenemos otras ropas y distintos utensilios.
Esa tarde fueron
de visita al zoo donde vieron muchos animales, algunos de ellos estaban en
peligro de extinción.
Al regresar al
campamento, cenaron y se acostaron, pues a la mañana siguiente regresarían a
casa.
EL
MISTERIO DE LA CASA DE LA MONTAÑA
Un caluroso día de verano, Javi y su
pandilla decidieron que iban a organizar una acampad, pues es les encantaba.
Cada uno de ellos, daba una idea a donde ir. Pero la de Javi fue la que más
confundidos les quedó. Javi quería ir al bosque, pero no a un bosque
cualquiera. En este bosque, según contaban los más viejos del lugar había una
vieja leyenda de una casa encantada y nadie se atrevía a subir hasta allí.
La pandilla muerta de miedo, le
respondió que ni irían allí. Javi dijo que no le asustaba la idea, y que iría
con o sin ellos. Carmen, su mejor amiga, al final dijo que iría, y todos los
demás al final también.
-Tenemos que organizarlo todo muy
bien para la acampada, cada uno se ocupará de llevar una cosa –dijo Javi.
Dicho y hecho. El sábado muy temprano
todos estaban ya preparados, aunque con bastante miedo, mientras subían a la
montaña, sentían que más se acercaban hasta lo que contaba la leyenda.
-¡No tengáis miedo, no pasará nada
–dijo Javi. –Vamos a cantar una canción, así se nos quitará el miedo.
Cuando ya se hizo de noche, por fin
llegaron hasta lo alto de la montaña donde se encontraba el bosque. Todos menos
Javi estaban temblando. Un poquito más atrevida Carmen seguía cantando.
-Llegamos, podéis quitaros las
mochilas –les dijo Javi.
Ya con las tiendas puestas y la
hoguera encendida, prepararon la cena. Pero a Javi no se le iba la idea de
subir hasta la famosa casa y así se lo dijo a sus amigos.
-¡Estás loco! –dijeron todos.
Al final les convenció a todos,
cogieron sus linternas y se acercaron hasta allí. En la puerta, a todos les
temblaban las piernas. Uno de los amigos dijo:
-¡Hasta aquí! ¡Me muero de miedo!
Pero Javi no se daba por vencido,
quería averiguar todo sobre esa casa que tanto miedo daba y que no dejaba a
nadie disfrutar de aquel magnífico bosque. Con su mochila colgada y con
linterna, decidió entrar en ella, claro él solo.
Todos sus amigos se quedaron fuera.
Cuando Javi entró, empezó a escuchar
unos ruidos de la parte de arriba.
-¡No me asustan los fantasmas! –dijo
subiendo las escaleras un poco asustado.
Los ruidos seguían y cada vez más
cerca. Pero Javí seguía adelante.
Al abrir la puerta del desván, se
llevó una gran sorpresa, pues descubrió por fin de dónde venían esos ruidos. No
era otra que una familia de ardillas que vivían allí desde hace años.
Y como la casa ya llevaba tiempo
abandonada, la gente se había inventado todo eso. Cuando Javi bajó a contarle a
sus amigos lo que había visto, no se lo podían creer.
Una vez todo aclarado, convirtieron
la casa en un lugar para que los niños se divirtieran en verano. Y de nuevo el
bosque se llenó de niños y se acabó con esa leyenda.
SEXTO: "La isla misteriosa" es el título del cuento de María Fernández Pérez.
Érase una vez
una chica llamada Anne, pobre, que vivía con su perro Bag. Un día vinieron sus
primos y Anne que no era muy sociable se fue corriendo a una isla para dejarlos
solos y todos la buscaron y cuando apareció, todo el mundo se hizo amigo de
ella, pero que era muy buena pero borde. Entonces le dijo a sus primos Tom,
Rebeca y Boxi, dónde había estado. Sus primos eran de ciudad, y ella decía que
no podían venir a la isla.
Pero aún así,
fueron. Anne les contó que esa isla era de su familia y que guardaba un gran
secreto. En ese momento se levantó un barco que estaba hundido. Los cuatro y su
perro entraron a ver qué había dentro. Estaba todo sucio, lleno de algas y
roto. Así que les dio un poco de miedo.
Pero al entrar
no encontraron nada, salvo una caja vacía, pero al estar pensado durante un
tiempo, dijeron que tenía doble fondo, y cuando lo abrieron se encontraron un
mapa.
Corriendo, se lo
fueron a decir a su padre y este se lo quitó.
Dos hombres
malos que buscaban el tesoro, compraron la isla, pero ellos tenían el mapa así
que no temían nada, pero durante dos días les estuvieron robando, y lo que
buscaban era el mapa.
Al final
compraron el mapa y los chicos se hicieron amigos de una chica muy ágil, hija
de uno de los dos malvados.
Cuando
decidieron ir a la isla, los chicos y el perro encontraron los dobletes de oro.
Pero justo cuando lo iban a coger, les cerraron la puerta con llave los malos.
Los dos chicos, como estaban libres, fueron a avisar a la policía, pero
capturaron a los cuatro.
Justo después,
su amiga Libi les abrió la puerta y ellos, corriendo, salieron y encerraron a
los malos.
Fueron corriendo
a coger su lancha y como la otra era de motor, le desenchufaron y remaron
rápidamente. Pero en ese momento, Roguin y Legui, los malos, consiguieron
escapar.
Les persiguieron
hasta la costa. Boxi el mayor, les distrajo y todos se lo fueron a decir al
padre de Anne y a la policía.
Cogieron a los
malvados y Libi, la hija del jefe se fue a vivir con Anne.
Los doblones
fueron devueltos al Estado, puesto que tenían su sello. Los primos de Anne,
Boxi, Rebeca y Tom, volvieron a su casa y lo contaron todo.
Desde ese día se
venían todos los fines de semana y se iban a la isla a intentar buscar el
tesoro. Por fin el padre de Anne publicó su libro y se hizo famoso.
A partir de hoy
no volvieron a ser pobres, pero el secreto de la isla siguió oculto.
Un día Bag, el
perro, se cayó en un agujero. Comenzaron a excavar para rescatarle y ahí estaba
el tesoro. Todos se pusieron a saltar. Pero decidieron no contárselo a nadie. Y
el secreto siguió oculto para siempre.